El sector de la moda es uno de los más cambiantes, aunque sólo sea por la búsqueda de nuevas tendencias e innovaciones que están casi obligados a ofrecer los profesionales que trabajan en él. Y en los últimos años, la venta de moda en la red –tanto si se trata de nuevas colecciones como de outlets- vive un apogeo considerable.
Sin embargo, y tal y como han confirmado desde reconocidas firmas españolas como Privalia o Shana, parece fundamental que se combinen ambas fórmulas de venta. Es decir, que las tiendas físicas tradicionales deben disponer de un potente servicio on line, pero las marcas que han decidido iniciar su negocio en la red también deben contar con establecimientos en los que tener un contacto más directo con sus clientes.
Este es, por ejemplo, el caso de Privalia. Su fundador, Lucas Carné, determina que, pese a que precisamente fue la venta exclusiva on line la que les ha permitido abrirse paso en el sector de la moda, "podríamos tener tiendas físicas en cinco o diez años".
La razón fundamental, tal y como confirman, por ejemplo, desde la cadena Shana, es que, desde su punto de vista, a los clientes también les gusta y les puede llegar a ofrecer una mayor garantía el contacto cara a cara con la empresa y el producto, "y esto no es posible en los canales exclusivamente on line".
Además, intentan no perder de vista las acciones de los grandes grupos de distribución, ya que este es otro de sus grandes retos: "o te sitúas a su nivel o no tienes nada que hacer".
Igualmente, las firmas que comenzaron apostando por el canal de venta tradicional, como puede ser el caso de la marca de complementos Aïta, han descubierto que la venta on line no sólo les proporciona la apertura de un nuevo mercado, sino que amplía los beneficios que obtienen de la venta en tienda.
De hecho, confirman que desde que abrieron la tienda en la red, han incrementado las compras también en los establecimientos físicos hasta el punto de que, en cinco años, han podido aumentar sus puntos de venta de cero a sesenta.
Foto: Milo Fotografía